El nuevo técnico escarlata afronta su estreno contra Fortaleza con América en el último lugar de la Liga BetPlay II 2025.
El América de Cali inicia este fin de semana un nuevo capítulo en su historia reciente. Tras la salida de Diego Raimondi, el club apostó por David González como nuevo entrenador, en medio de un presente turbulento: el cuadro escarlata es último en la Liga BetPlay II 2025 con apenas seis puntos en ocho jornadas y arrastra un notorio distanciamiento con su hinchada.
El estreno de González, que será este domingo contra Fortaleza, está marcado por la expectativa y la urgencia. El técnico antioqueño, de paso reciente por Millonarios, reconoció que la situación es crítica pero confía en la calidad de la plantilla que encontró en Cali. “Es un reto que me gusta, por lo que significa esta institución. En el lugar en el que estamos es obligación salir de ahí. La nómina que tenemos nos obliga a no estar últimos”, declaró en su presentación oficial.
Aunque por reglamento de Dimayor no podrá dirigir desde la línea técnica —pues ya estuvo al frente de Millonarios en este mismo campeonato—, González explicó que gran parte del trabajo se hará en la preparación previa. Su asistente, el histórico Alex Escobar, será quien dé las órdenes a ras de campo. “El trabajo principal está en los entrenamientos, en el plan de juego y en saber cómo están los jugadores. Abajo estará Alex, que tiene ascendencia en el equipo y en la hinchada, y eso será fundamental”, comentó.
Otro desafío inmediato será recomponer la relación con la afición americana, una de las más exigentes del país y que no ha escondido su inconformidad con el rendimiento del equipo. “Estoy seguro de que poco a poco la relación con la hinchada va a volver. Los vamos a volver a ilusionar y haremos que regresen al estadio”, afirmó el nuevo timonel, consciente de que en América los triunfos son la única manera de recuperar la confianza perdida.
En ese contexto, el duelo contra Fortaleza no será un simple partido más de la fecha. Representa el primer examen de un entrenador que busca revancha personal tras un ciclo irregular en Bogotá y que ahora tiene la misión de enderezar el rumbo de un gigante herido. América, colero de la tabla, se juega mucho más que tres puntos: comienza la era González con la obligación de cambiar la historia de un semestre que hasta ahora ha sido para el olvido.